Googléame

“Googléame” La reputación online inicia en Google

Si tienes una trayectoria profesional impecable, miles o cientos de miles de resultados indexados con tu nombre y apellido que avalen tu trayectoria, proyectos, publicaciones, exposiciones o elementos destacados en tu comunidad deberías usar la “palabra mágica” que despeja dudas, otorga puestos de empleo y decide negocios digitales: “gogléame”

Internet abrió espacios para el debate y maximización de ingresos pero también funciona como un gran portafolio profesional que valora con atención lo que comentan otros usuarios sobre un individuo, además de los rasgos que se exponen en Google u otros motores de búsqueda. 

Hoy en día es costumbre que responsables de recursos humanos, empresarios, socios comerciales, alumnos, competidores y fanáticos ocultos “googleen”  el nombre de un individuo para “evaluar o medir” su desempeño, creatividad, experiencia, vida social e incluso vida privada para intentar que tanto pesa la reputación online de un individuo

Te imaginas en el Lobby de un hotel esperando por el socio de un cliente que está reacio a cerrar un negocio contigo porque no te conoce a fondo; y tu le digas “Googléame, en Google está todo lo que he hecho y todos mis trabajos… Dejaré que Google hable por mí…” > Ésa lluvia de confianza en si mismo apoyada en el motor de búsqueda más potente es un estímulo psicológico que decidirá a tu favor muchas situaciones laborales, comerciales e incluso “pequeñas controversias” profesionales.

Poco a poco se rompe la barrera entre lo real y lo cibernético; esto quiere decir que al paso que marcha la Sociedad de la Información las Redes Sociales se configuran en una extensión de la vida personal, en la que juicios de valor, comentarios, fotografías, links y “tags” son causales de investigaciones judiciales o despido laboral. 

Los principales asesores de imagen en Estados Unidos asociados a marketing personal, destacan que Google se convirtió en el portafolio más grande de los profesionales modernos tienen que comenzar a indexar su hoja de vida antes de graduarse de la Universidad porque la nueva imagen pública inicia en los motores de búsqueda antes que en las redes sociales.

Por lo tanto, edificar una sólida y productiva reputación en Internet es un proceso que demora meses, en algunos casos años, que se logra cuidando la ortografía en cada update, escribir sin abreviaturas, evitando discusiones en los Social Media o juicios de valor en Twitter, respetar valoraciones ajenas, convivir con las diferencias ideológicas, compartir contenido relevante, servir como “wikipedia” para recomendar datos útiles y sobre todo…no presumir.