Cuando la sociedad moderna junto al mercado laboral, tendencias interactivas en redes sociales y economía de crisis obligan la reinvención de los profesionales; es importante delimitar la vida personal del “Álter ego digital” [vida profesional online]
Si bien las técnicas de promoción y marketing de relaciones adaptadas a la comunicación interpersonal en la Web constituyen potentes vehículos para crear una marca personal que permita destacar ante competidores del sector; es necesario afianzar en nuevos profesionales y “veteranos digitalizados” que las redes sociales son el medio y el mensaje que acerca códigos culturalmente aceptados en un contexto a un público objetivo.
Justo allí, en la delimitación del público objetivo, es donde hace falta evangelizar a los profesionales que lucen desesperados por llamar la atención de su entorno con prácticas erróneas que disminuyen su valía en el medio, desprestigian su conocimiento de las tecnologías y le posicionan como inmaduro.
Diferencia entre la Reputación 2.0 y la vida profesional online
Para nada es recomendable que un “profesional de Internet que gana en divisa por trabajos online” emita juicios de valor en sus perfiles contra minorías, asociaciones políticas, grupos religiosos y apartados sociales porque toma parte en un debate público, que no sólo lo encacillará en una postura, sino que esas expresiones le pasarán factura y a corto y largo plazo.
Ojo, eso no quiere decir que el profesional será un maniquí socializado para ver y callar. En absoluto. Se trata más bien de tener un grado de madurez comunicativa en Internet y redes sociales [Sobre todo Instagram] que le permita analizar una situación y saber cuándo-cómo-dónde expresar sus reflexiones sin agredir las sensibilidades de otros individuos.
Por otra parte, y quizás el factor que depurará la Web de “expertos en social media”, es vital que los universitarios, emprendedores y profesionales modernos entiendan que no se puede crear una reputación Online seria y fiable a partir del irrespeto-crítica-vejación-intolerancia a grupos o personas que no compartan mismas ideologías. Ya que la base de las comunicaciones efectivas y desarrollo social se afianzan en la polivalencia cultural, fenómeno producto de múltiples interpretaciones de un hecho noticioso.